Perlas, diamantes y… amor

A lo largo de nuestras vidas vamos conociendo a personas. Al principio todos son desconocidos, posteriormente son conocidos que posteriormente, pueden ser compañeros, que a menudo, la gente tiende a clasificar como amistades y que con el roce, pueden pasar a ser amistades importantes para nuestras vidas. Con el paso del tiempo, esas amistades importantes, se pueden convertir en largas amistades, amistades que se convierten en amores.
En nuestras vidas vamos encontrando amistades o mejor dicho perlas, que podemos guardar, podemos tener cerca, podemos jugar con ellas o podemos despreciarlas, pero no por ello, tienen menos valor. Cada perla es única y el valor de cada una, depende de uno mismo. Hay algunas perlas que a nuestro ver, pueden convertirse en diamantes, esos diamantes, son las personas que realmente están a tu lado en todo momento, personas que te plantarán cara cuando deban hacerlo y que te besaran cuando lo necesites.
Yo, he encontrado un diamante, un diamante tan grande, que en su interior, alberga una perla de gran valor. Cuando te ocurre esto, solo puedes hacer una cosa, vivirla. Vivir cada uno de los momentos con los que estas al lado de ese diamante y al ser posible, no dejar de agarrarlo nunca. El problema de los diamantes, es que se rompen con facilidad, por lo que hay que tratarlos con mucho cuidado. Lo mejor de este cuidado, es que ese diamante, se identifica contigo y tu con él, por lo que con un poco de cuidado por cada parte, esos dos diamantes pueden pasar a ser... platino. El platino, es un elemento químico del grupo 10 de la tabla periódica de los elementos, algo precioso, pesado, maleable y dúctil, un elemento muy resistente a la corrosión.
En resumen, a lo largo de nuestras vidas, vemos a muchos desconocidos, hablamos con muchos conocidos, compartimos momentos con algunos compañeros, nos divertimos con algunos amigos y pasamos momentos de pasión con nuestro... amor.





Carles B.V. 
"Perlas, diamantes y amor"
01 de Abril del 2011

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